viernes, 28 de septiembre de 2012

Un pensamiento diferente



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                     En la era de la informática y la cibernética; el tiempo y el espacio son atravesados por las ondas de la virtualidad que nos dan la posibilidad de interactuar con estos nuevos lenguajes que traspasan los límites de la comunicación; y van a sostener  de alguna forma los soportes y herramientas que están a nuestra disposición  y vienen a cumplimentar  una función estipulada; energizándose y controlándose a través de los diferentes programas;   tan veloces que superan la ideología de la humanidad. Y es por ello que constituyen la revolución tecnológica modificando todas las estructuras: sociales, económicas y culturales y llegan a converger con las morales y religiosas dando origen a la “globalización”; que si bien entendemos poco, sabemos que los grandes descubrimientos científicos están al servicio del hombre, con un fin determinado.-

                   Hombre; que no está preparado para saber manipular estos mecanismos artificiales,  y de esta forma producir un intercambio de ideas y de saber conducir estos medios digitales con la magnitud que poseen y con la experiencia misma que nuestros ancestros buscaron los axiomas, hexagramas y las variaciones de algún fenómeno paradigmático, con el fin de satisfacer las necesidades primordiales más urgentes que se presentaban, debe empezar a cambiar su accionar para insertarse en el mundo actual.-

                  Es por cuya causa; se deben desarrollar  la mayor cantidad de habilidades motrices y técnicas para que esta revolución de cambios imperantes logre la transformación profunda, que todos anhelamos sin dejar de tener en cuenta ninguno de los aspectos de la cultura humanística, la sociedad actual y la economía imperante.-


                De esta manera se lograran nuevos prototipos que vienen a explorar la simbiosis “científico-tecnológica” que alcanzaron algunos investigadores de laboratorio y que quizás en otras épocas cobran con la vida de los protagonistas, pues al querer separar el radio de uranio, bregó en el investigador al lograrlo, perder su vida por distracción, pues no solo dentro del laboratorio estaba el egnima; sino que caminaba dentro de su cerebro la fórmula  para representarlo; ya que había logrado el objetivo propuesto dentro de la estructura social, que no era el capitalismo sino la compensación y satisfacción de haber alcanzado, algo concreto extraído de la teoría y  poder ponerlo servicio de la mecanización, donde la principal meta conduce a la reflexión y a la innovación de todo el quehacer humano y es el ejemplo más preponderante del método hipotético deductivo con mayor precisión y con el alcance positivo que recorre la lógica científica aplicada.-

            Pensemos que en esas épocas no existían medios digitales, ni una simple calculadora con la perfección que se requería, ni tampoco aparatos estrafalarios que hubiesen ayudado a resolver en tiempo y espacio la agilidad mental que requería “tal descubrimiento”.-

            Este proceso importante que nos plantean las “cosas” que cambian inexorablemente en forma justa y equitativa; por la cual la cultura humanística y la científica sirven como signos y símbolos de la expresión tanto verbal como de la abstracción mental que siempre van a lograr innovaciones en los conocimientos de avanzada; sin contar con el apoyo más preponderante que presentan estos sofisticados aparatos y equipos; que son menester hoy día en las investigaciones y, que los debemos tener en cuenta para resolver los distintos paradigmas que se nos exterioricen; y de esta manera no nos quedaremos contemplando como la ciencia y la tecnología avanzan a pasos agigantados; siendo meros espectadores sin dar un paso adelante para forjarnos un porvenir lleno de plenitud y crecimiento moral e intelectual acorde a los tiempos que se presentan en el diario devenir.-

 

 DORALIZA MENDEZ

 

 

 

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